AFICIONADOS PRÁCTICOS TAURINOS ALGECIRAS
LA TAUROMAQUIA
RESPETO Y TOLERANCIA
Hace apenas 48 horas, el
torero segoviano Victor Barrio perdió lo más preciado que tiene cualquier ser
humano cuando lo engendran, su vida, dignificando a una profesión de riesgo
innato, mostrando la verdad de este arte ante la sociedad en general ( taurinos
y antitaurinos), donde entre un hombre y un toro no hay nada impostado, ni
ensayado, donde cada tarde se exponen en el ruedo, para convertir una faena improvisada
en un monumento artístico y espiritual, que llegue al publico asistente y se
traduzca en felicidad, en el debe y el haber cumplido con satisfacción y que
haga feliz a miles de personas que acuden a los festejos taurinos. Naturalmente
estos hombres de carne y hueso lo hacen voluntariamente y con contraprestación
económica, como cualquiera que elige una profesión, como sustento individual y
familiar, pero con unos valores de afición y de vocación desmedidos. Pero
volviendo al accidente trágico del torero Victor Barrio, las redes sociales se
han inundado de pésames y de dedicatorias con sentimiento y empatía con su
familia y allegados, pero también se han visto insultos, calumnias e injurias
ante la losa aún caliente de un hombre leyenda, incluso el hecho ha trascendido contra sus familiares y
allegados, y además de personas que se supone que tienen un nivel cultural
amplio. Esto no es ni más ni menos que de enfermos mentales, como puede un ser
humano desearle la muerte a otro ser
humano, incluso a ningún animal viviente, y además con saña, con alevosía, con
fiereza. Cada día que pasa hay que convencerse de que esto de “animalistas” es
irreal y aislado, estos señores por decir algo, deambulan por esta sociedad,
sin alma ni corazón, con la clara intención
de faltar y dañar a quien no piensa como ellos, y eso tiene unos apellidos y un
nombre ya desechado en casi todas las democracias ( fascismo puro y duro), y
contra esto, ante esta indefensión y lesión de los derechos fundamentales de
cualquier persona, en su propia imagen, y de sus familiares, solo cabe la
denuncia y que la ley y el estado de derecho caiga con toda su fuerza y
rigor contra estos personajes. Hay que
decirle a esta sociedad que la Tauromaquia es la actividad cultural menos
subvencionada cuya contribución al PIB es de 1600 millones de euros, que solo
por IVA Hacienda recauda de los toros 40 millones de euros anuales que permiten
financiar a becas de estudiantes, comedores sociales, hospitales, etc, etc. Nos
enfrentamos al animalismo que forma parte del proyecto cultural y hegemonico
del mundo anglosajón con importantes intereses económicos. La industria
multinacional de alimentación y cuidados para mascotas mueve un negocio anual de 100.000 millones de
dólares. Su estrategia de humanización
de los animales nos afecta directamente a la supervivencia de la Tauromaquia. Y
no esperemos colaboración del estamento político que solo persigue votos,
debemos de tomar el ejemplo taurino francés consiguiendo los resultados con
trabajo y discreción. Por último podemos discrepar y dialogar con quienes no
piensan igual, lo que no se puede aceptar es el insulto y la agresión, por eso
los aficionados a los toros solo pedimos respeto, tolerancia y memoria con
quienes dieron su vida en el ruedo por una afición y modo de vida sacrificada,
dedicada íntegramente a su profesión.
ALGECIRAS 11 DE JULIO 2016